por Dra. Ana Violeta Trevizo
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7 de julio de 2020
(For english scroll down) ¿Por qué es importante la transversalidad de género para la toma de decisiones reproductivas? La transversalidad de género busca promover la igualdad de género y los derechos de las mujeres a través de la construcción de capacidades y responsabilidad de género. Aplicar esta estrategia a políticas públicas, instituciones, programas, cultura, gobierno, salud, y otros ámbitos permitiría identificar y abordar las desigualdades de género. Además de valorar el impacto de las intervenciones y decisiones en instituciones o políticas públicas. Los esfuerzos de la transversalidad de género usualmente se concentran en reforzar el poder interno, con y de las mujeres. Las decisiones reproductivas de las mujeres dependerán directamente de las desigualdades más visibles en comparación con varones, como la capacidad económica, el acceso a la salud, al trabajo, a la educación, la pobreza, y el vivir libre de violencia. Las mujeres en el mundo ganan sólo el 57% de lo que ganan los hombres. En México, dedican el 72.9% de su tiempo a trabajo no remunerado según Oxfam . Los nuevos datos de Naciones Unidas, relativos a 89 países, muestran que hay 4.4 millones más de mujeres que viven en la extrema pobreza en comparación con los hombres. Gran parte de esta desigualdad se explica debido a la carga desproporcionada del trabajo doméstico no remunerado que enfrentan las mujeres, especialmente durante sus años reproductivos. Según datos de la ONU mujeres , todavía existen 15 millones de niñas que nunca aprenderán a leer y escribir porque están fuera de la escuela, comparado con 10 millones de niños. En México, las niñas asisten menos a la escuela 9.0 años y los hombres 9.3, lo que equivale a la educación básica terminada según los indicadores del Instituto Nacional de las Mujeres. ONU mujeres estima que el 35 % de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental o violencia sexual por parte de otra persona distinta a su compañero sentimental (estas cifras no incluyen el acoso sexual) en algún momento de sus vidas. En México, según INEGI , de los 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que hay en el país, 66.1% (30.7 millones) ha enfrentado violencia de cualquier tipo y de cualquier agresor, alguna vez en su vida. El 43.9% ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación y está más acentuado entre las mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años (48.0%), que entre quienes lo hicieron a los 25 o más años (37.7%). En 2018 se registraron 3 752 defunciones por homicidio de mujeres, el más alto registrado en los últimos 29 años (1990–2018), lo que en promedio significa que fallecieron 10 mujeres diariamente por agresiones intencionales. La Organización Mundial de la Salud afirma que las diferencias biológicas y sociales, o pertenecer a uno u otro sexo tiene gran impacto en la salud. La salud de la mujeres y las niñas es especialmente preocupante porque en muchas sociedades se encuentran en una situación de desventaja por la discriminación condicionada por factores socioculturales. La pobreza es un importante obstáculo a la obtención de buenos resultados sanitarios en ambos sexos, pero tiende a constituir una carga más pesada para las mujeres y niñas debido, a las prácticas alimentarias (malnutrición) y al uso en la cocina de combustibles que pueden causar enfermedades crónicas. Sorprendentemente en México según las cifras de la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS) 2017, muestran que el 80.8% de las mujeres y el 77.1% de los hombres se encuentran afiliados a una institución o programa de salud pública, mientras que el 3.8% de las mujeres están afiliadas a instituciones de salud de otro tipo, el 3.6% les corresponde a los hombres. Lo que demostraría que más mujeres cuentan con acceso a salud en nuestro país en comparación con los hombres. Las mujeres en condiciones de pobreza, sin acceso a educación y salud, y en situación de violencia son vulnerables a violaciones, embarazos no deseados, embarazos adolescentes, un mayor número de embarazos, abortos inseguros, muerte materna, violencia obstétrica, enfermedades sexuales, incluyendo VIH/SIDA. Por lo que es urgente la implementación y abordaje de políticas públicas desde la transversalidad de género, así como la protección y la prevención de la violencia en contra de las mujeres. Ana Violeta Trevizo es Doctora en Ciencias de la Salud por la Universidad Nacional Autónoma de México, Fundadora y Directora de vitadecisions una startup online dedicada a asesorar y facilitar la toma de decisiones reproductivas éticas. ... Why is gender mainstreaming important for reproductive decision-making? Gender mainstreaming seeks to promote gender equality and women's rights through capacity building and gender responsibility. Applying this strategy to public policies, institutions, programs, culture, government, health, and other areas would allow identifying and addressing gender inequalities. In addition to assessing the impact of interventions and decisions on institutions or public policies. Efforts for gender mainstreaming usually focus on reinforcing internal power, with and of women. Women's reproductive decisions will depend directly on the most visible inequalities compared to men, such as economic capacity, access to health, work, education, poverty, and living free from violence. Women in the world earn only 57% of what men earn. In Mexico, they dedicate 72.9% of their time to unpaid work according to Oxfam . New United Nations data for 89 countries show that 4.4 million more women live in extreme poverty compared to men. Much of this inequality is explained by the disproportionate burden of unpaid domestic work that women face, especially during their reproductive years. According to UN women data, there are still 15 million girls who will never learn to read and write because they are out of school compared to 10 million boys. In Mexico, girls attend school less than 9.0 years and boys 9.3, which is equivalent to basic education completed according to the indicators of the National Institute for Women. UN Women estimates that 35% of women worldwide have suffered physical and/or sexual violence from a partner or sexual violence from someone other than their partner (these figures don't include sexual harassment) at some point in their lives. In Mexico, according to INEGI , of the 46.5 million women aged 15 and over in the country, 66.1% (30.7 million) have faced violence of any kind and from any aggressor, at some time in their lives. 43.9% have faced assaults from the current or last husband or partner throughout their relationship and it is more pronounced among women who married or joined before 18 years of age (48.0%), than among those who did so at 25 or more years (37.7%). In 2018, 3,752 deaths were recorded from women's homicide, the highest recorded in the last 29 years (1990–2018), which on average means that 10 women died daily from intentional assaults. The World Health Organization affirms that biological and social differences or belonging to one or the other sex have a great impact on health. The health of women and girls is particularly worrisome because in many societies they are disadvantaged by discrimination conditioned by sociocultural factors. Poverty is a major obstacle to achieve good health outcomes for both sexes, but it tends to be a heavier burden for women and girls due to dietary practices (malnutrition) and the use of fuels in the kitchen that can cause chronic diseases. Surprisingly in Mexico according to the figures of the National Survey of Employment and Social Security (ENESS) 2017, they show that 80.8% of women and 77.1% of men are affiliated with a public health institution or program, while the 3.8% of women are affiliated with other health institutions, 3.6% correspond to men. This would demonstrate that more women have access to health in our country compared to men. Women in poverty, without access to education and health, and in situations of violence are vulnerable to rape, unwanted pregnancies, teenage pregnancies, a higher number of pregnancies, unsafe abortions, maternal death, obstetric violence, sexual diseases, including HIV/AIDS. Therefore, the implementation and approach of public policies from a mainstream gender is urgent, as well as the protection and prevention of violence against women. Ana Violeta Trevizo is a Doctor of Health Sciences, graduated from the National Autonomous University of Mexico. Founder and Director of vitadecisions an online startup dedicated to advising and facilitating ethical reproductive decision-making.